En nuestra explotación criamos la Raza Charoles de origen francés. El ganado se encuentra en régimen de extensivo, en libertad absoluta y se alimentan de los forrajes naturales que produce la propia finca. En los días de invierno los animales son ayudados con el pasto que ha sido recogido y almacenado en el verano.

Toda la alimentación está basado en el aprovechamiento de recursos naturales a base de pastos y pastizales. Otra característica importante de la explotación son las propiedades idóneas del agua. Ya que contiene los mejores minerales para la cría del ganado.

Los nacimientos de los terneros se producen en el campo de forma natural y controlados por el personal de la explotación. Desde los primeros días son marcados con un número identificativo para su control veterinario hasta el sacrificio del animal.

El ganado permanece en el campo durante todo el año tanto de día como de noche. Incluso en el frío invierno. Los terneros permanecen mamando de sus madres hasta que son destetados, con 6 meses de edad. Siendo en este momento cuando se realiza una selección de los animales. Las mejores hembras se destinan a reemplazar las vacas reproductoras que van envejeciendo. Los machos que presentan mejores cualidades se reservan para transformarlos en auténticos bueyes.  

En el año 2.010, pensamos que necesitábamos producir carne de alta calidad, criando animales durante al menos 5 años de edad en la explotación. Para ello, castramos con la edad de seis meses los primeros machos que consideramos que podían tener las mejores cualidades.

Esta intervención es realizada por veterinarios. De este modo, recuperamos el manejo y crianza en extensivo del buey tradicional. Así mismo conseguimos un mayor nivel de engrasado y su mayor infiltración en la carne del animal. Consiguiendo las vetas blancas por las que se caracteriza este tipo de auténtica carne de buey. Este nuevo proceso de producción de carne, lo hemos mantenido durante los últimos años. Y de este modo, nos hemos asegurado la posibilidad de comercializar auténtica carne de buey de la Sierra de Guadarrama. 

La vida de nuestros bueyes transcurre de una manera tranquila. Una vez que son destetados y castrados los animales se les mantiene apartados del resto del ganado. Se les alimenta con forrajes que potencien su crecimiento y desarrollen una buena estructura ósea. Permanecen bajo este tipo de alimentación hasta que alcanzan la edad de un año. 

Una vez que los bueyes tienen un año de edad, permanecen en el campo con el resto del ganado, alimentándose de pastos y forrajes. Se puede observar que van adquiriendo una morfología singular. Su estructura está más desarrollada, su cabeza se va pareciendo a la de una vaca reproductora, sus movimientos son más relajados y no sufren nada de estrés.

Con la edad entre 4 - y 4 años y medio, los bueyes son estabulados entre 8 y 12 meses en amplios corrales con cobertizos para protegerse del frío y el calor. Durante este periodo de tiempo es cuando el animal adquiere el mayor peso. Su carne se va engrasando con forrajes (fibras) y concentrados de harinas (maíz, cebada y trigo). Cuando llegan a pesar más de 1.100 kilos en vivo, están listos para su sacrificio.